Guerra al plástico

Parece que vamos tomando conciencia del problema. Las redes sociales hablan de ello, la gente se mobiliza y algunas empresas empezamos a tomar medidas contra el cambio climático.

¿Sabías que desde los años cincuenta hasta hoy hemos generado casi 1.000 millones de toneladas de plástico de las que sólo el 10% se recicla? Ya podemos separar bien los residuos, que la solución pasará por reducir y reutilizar.

Somos conscientes de que no podremos eliminar el 100% del plástico que consumimos en nuestro restaurante pero hemos decidido declarar la guerra al plástico y ganarla.

Nuestra guerra comienza por identificar qué envases consumimos, calcular la cantidad, buscar el envase alternativo más válido para cada caso, y termina eliminándolos o sustituyéndolos. Tan sencillo como esto. Calcularlo es muy fácil si tienes una aplicación informática que te permite saber las entradas de mercancías y las salidas por venta de producto. Y así lo hemos hecho.

El resultado de este análisis nos asustó un poco porque había muchos más envases plásticos de los que pensábamos (casi todo lleva plástico de alguna forma u otra). Parecía que habría problemas con el coste de todos estos envases, que son más caros que los plásticos, pero más tarde nos hemos dado cuenta de que el sobrecoste de algunos quedava compensado por las compras de otros productos a granel.

Dicen que el aluminio y el vidrio son 100% reciclables un número indefinido de veces sin que afecte a su calidad. El tetrabrick es más complicado de reciclar, porque lleva varias capas de cartón, plástico y aluminio, y es esto complica su recuperación. En cuanto a los plásticos, que los hay de muchos tipos, sólo el PET (el que se utiliza para las botellas de agua) puede volver a convertirse en un envase apto para alimentos.

Pues, basándonos en ello, decidimos sustituir todos los envases plásticos que podamos por otras de vidrio y aluminio:

  •  Los envases de productos elaborados para llevar (menús, cafés, zumos …) los hemos cambiado por otros fabricados con fibras de papel.
  • Los sobres de mono-dosis (ketchup, mayonesa, azúcar, edulcorante, etc) ahora les presentamos a granel.
  • Las bebidas que hasta ahora comprábamos en envase plástico (excepto el agua) ya son todos en lata de aluminio o en vidrio. En breve nos pondremos con el agua, por la que estamos valorando varias soluciones.
  • Incluso hemos dejado de comprar los yogures envasados y la leche embotellada, que ahora nos suministran directamente de la granja, fresca y a granel.

Como profesionales de la hostelería, ya compramos la carne, el pescado y la verdura al por mayor y evitamos muchos envasados. Como nos lo traen a domicilio, no necesitamos hacer grandes acopios y por eso priorizamos el producto fresco y de proximidad, no congelado y por tanto envasado. Todos ganamos.

Según hemos contabilizado hasta ahora, llevamos 140.000 envases al año sustituidos o directamente, eliminados, y podríamos acabar el año alcanzando los 200.000. Ya os lo explicaremos.

Terminamos esta primera entrada en el blog, orgullosos de la implicación de nuestro equipo en el proyecto y del apoyo recibido por la gran mayoría de nuestros clientes, que nos anima a seguir buscando soluciones. Muchas gracias, seguiremos en guerra.

Nosotros no salvaremos el planeta pero tenemos claro que si no nos implicamos, seguro que no lo conseguiremos.

Conforme vamos aplicado medidas, vamos actualizando un marcador indicando a nuestros clientes cuántos envases consumimos de cada cosa y como lo hemos resuelto.